Los negocios son un constante emprendimiento, un comenzar de nuevo cada día, cada temporada, cada actualización. Ya sea que estés pensando en montar una empresa, crecer o evolucionar la que ya tienes a otro modelo de negocio; ya sea que tú mismo seas el producto como profesional o tengas un equipo de cualquier tamaño, sabes que el reto es siempre el mismo: ganar más.
Y para ganar más necesitas dos cosas: comunicar y vender, punto.
Hace años que me dedico a ayudar a empresas a ganar más con los servicios de una agencia y hoy te aseguro que no necesitas una para que tu negocio crezca.
Necesitas ser capaz de que mi mamá entienda lo que vendes, a quién se lo vendes y por qué debería alguien comprarlo. La comunicación que clarifica y ayuda a entender de forma simple si algo es para mi vale más que cualquier anuncio millonario o una alta dosis de espectaculares. ¿Eres capaz de explicar qué haces y que a todos nos quede claro? ¿Tienes una “frase mágica” que resume lo más valioso que tienes y provoca ganas de conocer a tu marca? Para eso no necesitas una agencia, necesitas claridad.
Necesitas atender a tus clientes como lo más preciado antes de pensar en tener más. Los clientes más rentables son siempre los que ya están con nosotros, no los que aún no han llegado. Atiende el teléfono, cumple la promesa que hiciste y sorprendelos entregando esa promesa siempre un día antes de lo pactado con un punto extra de lo esperado. Para eso no necesitas una agencia, necesitas pasión y gratitud.
Necesitas un producto o servicio que venda, no una campaña que enamore. Asegúrate de tener una oferta que le ayuda a alguien a vivir mejor, a hacer su vida más simple o a tener lo que desea, si tú te concentras en ello, ese alguien te encontrará y pagará. Para eso no necesitas una agencia, necesitas hacer las cosas bien.
Necesitas relaciones valiosas y duraderas que permitan correr la voz de lo bueno que es tu trabajo a partir de la honestidad, solidaridad y gratitud de tus clientes. No conozco campaña que venda más que las recomendaciones, asegúrate de tener clientes satisfechos y de pedirles, sí, pedirles que te recomienden. Asegúrate de invertir una buena cantidad de tu mayor activo, el tiempo en tu agenda, a hacer y mantener relaciones con personas de las que aprendes y a las que tú les puedes enseñar, relaciones que generan gratitud. Para eso no necesitas una agencia, necesitas simpatía.
Pensar que necesitas un gran presupuesto o infraestructura mercadológica para lanzar o crecer tu idea de negocio no es más que una excusa que te estás poniendo para mantenerte en la parálisis por análisis. No hay más.
Comienza hoy a capitalizar la claridad, pasión, gratitud y la simpatía que tienes para decirle al mundo lo valioso que haces y conectar con personas que están dispuestas a pagar por ello.
Una vez que lo hagas, comenzarás a crecer y entonces es posible que necesites crear un frase tan memorable que merezca la pena tapizar la ciudad con ella y requerirás a un buen publicista; tal vez tu mensaje te permita expandirte sin fronteras y requieras de una estrategia digital que te ayude a llevar tu negocio al mundo y necesitarás una agencia digital o tal vez llegues a tener un producto de alcance tan masivo que requieras un buen spot para televisión y requieras de una agencia de medios para conseguir los mejores resultados.
Aún en ese momento – que deseo te llegue pronto-, recuerda que vender es el arte de conectar a la persona correcta con la oferta correcta y el presupuesto permite crecer el número de personas al que llegas pero la claridad, la pasión y el valor ya están en tu idea original.