He vivido en primera persona la transformación más grande en la comunicación comercial después de la llegada de la televisión. La llegada de las marcas al mundo digital.
Comencé llevando la comunicación de marcas internacionales cuando los presupuestos millonarios incluían carteleras, televisión, viajes de prensa y eventos carísimos. Todo para lograr que se hablara de la marca.
Luego, mis primeros años como fundadora de agencia de comunicación digital vivió el cambio radical: las marcas hacían magia con unos cuantos pesos bien inbvertidos en las redes.
Hoy que acompaño a marcas a definir qué y cómo comunicarlo veo un agotamiento de dudas. Qué funciona, cuánto es mucho, quién es influencer.
Quienes le han puesto intención a su comunicación, han trabajado con dos premisas: diferenciarte y ganar visibilidad. Que tu producto “pareciera el mejor” y luego “mucha gente lo supiera”.
Esos pilares ya no sostienen. Funcionaba cuando la Marca tenía dos grandes funciones: comunicar lo que haces y diferenciarte del resto.
Pero eso se agotó.
Cuando las pantallas estaban llenas de entretenimiento y algunos comenzaron a comunicar lo que hacen y diferenciarse, era llamativo, pero cuando tantos empezamos a hacerlo, nos convertimos en más ruido.
Y es que cuando tantos comunican lo que hacen e intentan diferenciarse, termina por no haber diferencia.
Todos suenan igual. No importa si publican una o 50 veces a la semana.
Todos parecen iguales. No importa si tienen 100 o 10000 seguidores.
El talento se diluye. Y entre más te mueves, más se pierde.
Lo peor: incluso con más y más esfuerzos de comunicación, la gran mayoría no logra consolidar un negocio rentable en torno a eso que hacen. Comunican para alimentar un negocio que, tristemente, no es negocio.
Profesionales independientes que no logran atraer a clientes valiosos.
Expertos en sectores clave que no logran ser contratados por las mejores empresas.
Consultores que no consiguen conectar con los proyectos de más impacto.
Incluso comunicando.
Eso debe cambiar. No es justo que los mejores se estén perdiendo entre tanto ruido.
Hoy estoy convencida de que el Juego de Comunicación CAMBIÓ.
En tiempos donde cualquiera puede generar contenido y con un poco de IA parecer bastante pro y diferente, el mundo pide a gritos que la gente más talentosa sea auténtica y RELEVANTE.
Es por eso que la limpieza se hace más necesaria que nunca y hoy deben dejar de importarnos cosas como:
Cuánto contenido publicar, cuántos reels hacer, en qué plataforma tener presencia o dónde hacer una página web.
Da igual. Nada de eso servirá si no comprendes que el juego va por otro lado.
¿De qué te sirve ser tan bueno en lo que haces si no logras comunicarlo de forma clara y SER RELEVANTE?
Me la juego por esto: se viene la mejor etapa para la gente con talento, experiencia y sensibilidad.
El mercado más valioso (ya sean clientes o empresas para contratarte) está saliendo a buscar con grandes anzuelos perfiles auténticos, capaces de aportar lo que ninguna IA (hasta ahora) está haciendo:
Tu forma de entender un problema. Tu visión sobre lo que ocurre en el mundo. Tu sensibilidad para acompañar a otros.
NOS URGE comunicar esto para hacernos RELEVANTES.
Al mercado más valioso le URGEN mentes que aporten entendimiento, creatividad y visión. Si eres uno de ellos: COMUNÍCALO.
El mundo necesita que las mentes más valiosas aprendan a jugar un nuevo juego de comunicación y se hagan relevantes.
¿Lo primero por hacer? Abrir el diálogo. Aquí estamos.
Diana.
@dianatorres.mx
*Este texto fue publicado originalmente para la revista de Players of Life.