Llegó el momento de los “hubieras” y el recuento de todo lo que faltó.
¿Lo que más echamos en falta al cierre del año? Tiempo.
Porque de haber tenido más tiempo, hoy la lista de “hubiera” sería más corta.
De haber tenido más tiempo. No nos habríamos quedado con tantos pendientes.
Si el año durara más:
(ahora sí) vería más a mis amigos
(ahora sí) lanzaría mi nuevo proyecto
(ahora sí) entrenaría con más disciplina
(ahora sí) saldría de la oficina a tiempo para estar con mis hijos
Todo es cuestión de tiempo. O eso nos gusta creer.
Pues hoy sé que no es así.
No es cuestión de tiempo.
Es cuestión de fuego.
Hace días recibí una idea que no puedo soltar:
Si pones al fuego un recipiente con agua y lo dejas a 30 grados, nunca hervirá. Aún si pasan horas y horas. De hecho, el agua terminará por desaparecer sin haber llegado a hervir.
El agua hervirá cuando tenga el fuego correcto. No cuando pase más tiempo.
No dejo de pensar en mí y en tí. En nuestras ideas. En esos proyectos que tienen mucho tiempo al fuego y no hierven.
Es cuestión de fuego, no de tiempo.
Esa idea, ese proyecto, ese negocio, esa decisión … no necesitan más tiempo, necesitan fuego.
En tiempos donde tener ideas y ser creativo o multipotencial roza la frontera entre ser considerado un genio o una máquina de ideas sin concretar, el talento necesita fuego.
Los equipos necesitan líderes con fuego. Los niños y jóvenes hoy necesitan padres, maestros y mentores con fuego. Nuestra sociedad pide a gritos líderes con fuego.
Encontrar nuestro fuego, comprender de qué está hecha la chispa que nos enciende y aprender a mantener nuestra llama viva es el mayor reto de quienes hoy aspiramos a generar cambios y contribuir con nuestras ideas a un mundo en construcción.
Algunos dirán que es propósito, otros le llamarán talento, fé o sueños. Como se llame el tuyo, búscalo, mantenlo vivo y cuídalo de los vientos que corren cada vez más de prisa y en todas direcciones. Vientos que pueden apagarlo o convertirlo en un incendio.
Hoy creo que si el mundo pudiera pedirnos una sola cosa sería ésta: fuego.
Te deseo un cierre de año con el espacio, silencio y oscuridad suficiente para ver esa llama y un 2024 con el fuego correcto.
@dianatorres.mx
*Este texto fue publicado originalmente para la revista de Players of Life.
