5 pilares de una Marca Personal Rentable – Diana Torres

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5 pilares de una Marca Personal Rentable

Quienes hemos construido una Marca Personal sabemos que su lanzamiento no es el inicio, sino el fin de un camino que duró tal vez años. Un camino de dudas, miedos e incertidumbres sobre lo que implica vivir de lo que uno sabe hacer y mostrarlo de forma abierta al mundo. 

Para cuando lanzamos nuestra Marca Personal hemos ya atravesado un proceso de reflexión que a veces se centra en ideas como la pena de mostrarnos o el miedo a vender. 

Pero, ¿qué es una Marca Personal Rentable?

Desde mi experiencia, es una oferta comercial de servicios, productos o acompañamiento centrada en la reputación de una persona. Es decir: lo que vendes por lo que eres.

¿Tengo o debo tener una Marca Personal o una Comercial? Es una duda frecuente de quienes emprenden un negocio y la respuesta para mí hoy es simple: ¿La gente trabaja o quiere trabajar contigo? (Independientemente de que tengas un nombre comercial como empresa) Si es así, tienes una Marca Personal. El negocio gira en torno a lo que eres, haces y cómo lo haces, los clientes quieren ser tus clientes y ahí está el mayor valor. 

Sin embargo, construir un modelo de negocio centrado en una persona puede ser peligroso para su rentabilidad, el techo es muy bajo y se puede limitar a los clientes que personalmente puedes atender si no consolidamos una oferta que poco a poco deje de depender de ti. 

Hoy, tras años viviendo de una Marca Personal y sus líneas de ingreso, estoy convencida de que el trabajo para consolidar una Marca Personal verdaderamente rentable pasa por cimentar 5 aspectos fundamentales:

  1. El modelo de vida deseado y su relación con el trabajo. 

Tener claro cómo quieres vivir a partir de tu trabajo es y debe cuidarse cada día como el pilar sobre el que crece una Marca Personal. 

¿Cuántos profesionales se independizaron para ser más libres y al tener cada vez más clientes son más esclavos que nunca? Comienza por definir para qué quieres trabajar por tu cuenta o a partir de tu Marca Personal.

¿Te imaginas construyendo un gran negocio con decenas de empleados y grandes oficinas o te ves más trabajando con pocos pero selectos clientes desde una cafetería? Ésta, para mí, es la pregunta clave de todo lo demás porque a partir de esta visualización serás capaz de tomar decisiones que abonen a un camino u otro. 

  1. La promesa de oro. 

Obsesionarte con tener claro cuál es el problema de vida que solucionas a tus clientes y generar una promesa de transformación clara permitirá a tus futuros usuarios ver lo diferente que será la vida, un proceso o momento con tu ayuda y ahí vendrá una gran disposición de compra. Deja de pensar qué vendes y lo bueno que eres haciendo eso para comenzar a pensar qué problema resuelves y por qué alguien estaría dispuesto a pagarte para resolverlo de tu mano. 

Una vez clara la promesa, viene una segunda obsesión: cúmplela. 

  1. El modelo de negocio: Autoempleado o empresario. 

Ser el mejor en algo no te convierte en un negocio rentable, así de simple y contundente. 

La mayoría de los emprendedores que ofrecen su trabajo como Marca Personal inician aspirando a generar un sueldo cómodo a partir de sus servicios, sin embargo, es clave que comprendas que ganarte un sueldo te convierte en autoempleado, no en dueño de negocio. 

Antes de comenzar a ofrecer un servicio debes considerar los elementos básicos de un modelo de negocio que garantice la rentabilidad de tu trabajo. Sugiero, al menos, tener en cuenta: 

  1. Costos de operación. Cuánto te cuesta realizar un servicio (incluído tu propio sueldo).
  2. Factor de beneficio. Sí, ¿cuánto vas a ganar además de tu propio sueldo?
  3. Reinversión del beneficio. ¿En qué invertirías tu beneficio (el extra de tu sueldo)? Al ser tu talento y dones la fuente de ingresos, mi sugerencia es invertir en lo que más puede hacer engordar a la gallina de los huevos de oro, es decir: formación, experiencias y alianzas. 

Nota: En el Playbook de Marca Personal Rentable encontrarás un ejercicio de cálculo de costos y factor de beneficio. 

4. Política de aceptación de clientes o “aprende a decir NO”. 

Si tuviera que elegir una sola cosa qué hacer diferente cuando comencé mi vida emprendedora sería decir NO a clientes no rentables. 

El error más frecuente en un Negocio Personal es aceptar a todo cliente que toca la puerta, cuando no todos los clientes son aptos para todos los modelos de negocio. Asegúrate de tener claro cómo son los clientes a los que les puedes cumplir una promesa de valor y aceptar sólo ese tipo de clientes… Piensa esto: ¿para qué quieres un cliente que al final se va a ir insatisfecho? 

Sé que estarás pensando algo como “no puedo darme el lujo de rechazar un cliente” y hoy te aseguro algo: no podrás salir a buscar los clientes que sí quieres si sigues dedicándole tiempo a los que no necesitas. 

5. Disfrutar el camino es el mejor indicador del negocio. 

Es claro: quien decide trabajar por su cuenta es porque desea hacerse responsable de su calidad de vida y está dispuesto a tomar decisiones que lo lleven a ella. A partir de ahí, escucharte y sentir el disfrute o malestar de cada día de trabajo es el mejor indicador sobre si tu modelo de negocio personal está siendo rentable. 

Seamos honestos, la gran mayoría de quienes trabajamos por nuestra cuenta sabemos algo: podríamos conseguir un muy buen empleo si quisiéramos (todas las empresas medianamente inteligentes buscamos gente con agallas y mentalidad emprendedora), pero aún así decidimos mantenernos independientes porque confiamos en que podremos tener la vida que diseñemos, así que si se acumulan semanas donde no es así, es momento de revisar tu modelo de negocio para identificar el ajuste necesario. 

Si te animas a llevar la reflexión al ejercicio, descarga el PlayBook Estratégico con más de 20 ejercicios para cuestionar y rediseñar tu modelo de negocio como Marca Personal.

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