Cuando un día tuve claro mi propósito: aprender y compartir lo que aprendo, supe que no había otra forma de vivir de eso (como yo quiero vivir) que siendo libre y trabajando por mi cuenta.
Emprender es un camino con muchas trampas; lo haces creyéndote la promesa de la libertad entendida como ese famoso “trabaja desde donde quieras y sé tu propio jefe”…. lo que no te cuentan es que a veces te conviertes en el peor jefe que has tenido: uno que no da vacaciones, no respeta los horarios y se paga cuando puede y queda algo.
Hoy tengo claro que miles de profesionales talentosos experimentan un antes y un después en sus carrera como independientes: cuando es auto empleado y cuando se tiene y lidera un negocio.
La diferencia no está en la facturación o el tamaño de tus clientes.La diferencia entre ser auto empleado y tener un negocio rentable es otra: la mentalidad, el modelo de negocio y cómo te vendes.
Internet se está llenando de profesionales que han encontrado un nuevo modo de trabajar: con la libertad que da el mundo digital para atender clientes desde cualquier lugar, en diferentes horarios y con diversos parámetros culturales a través de su talento convertido en servicios.
Para quienes son capaces de auto gestionarse y auto administrarse, el Mundo Digital es el nuevo paraíso profesional para vivir de su talento. Sin embargo, en una constante saturación del mercado, no todos lograrán consolidar un Negocio Rentable.
Lanzarte a construir una Marca Personal va más allá de contar tu día a día en Instagram o hacerte unas fotos bonitas, ten en cuenta al menos 3 prácticas clave:
Un modelo de auto gestión que te permita entender tu trabajo como una empresa eficiente: determina cartera de servicios, costos, horarios y políticas.
Asigna claramente cuál será tu puesto dentro de esa empresa. Sí, aún cuando tú seas el único empleado, deberás tener claro cuál es tu rol principal: vendedor, administrador, creador… de esa forma sabrás qué será lo primero a delegar cuando comiences a crecer.
Genera un modelo de negocio que te ayude a definir el tipo de clientes que deseas y la promesa que les harás.
Cuando comenzamos, solemos cometer el error de aceptar a todo tipo de clientes con tal de facturar y eso, créeme, es el principio del fin. No todos los clientes son buenos clientes si no están alineados a los valores de tu Marca Personal.
El mayor talento que tiene hoy un profesional con talento es aprender a decir NO.
NO a clientes que no valoran lo que se ofrece.
NO a equipo que no comparte valores.
NO a condiciones que violan sus principios.
Solo entonces podrás decir SÍ a proyectos de impacto que contribuyan a sumar valor a los entornos y sectores en los que contribuimos.
Quienes tenemos y hemos desarrollado talentos tenemos dos grandes responsabilidades: ponerlos al servicio de otros y tomar decisiones valientes que nos lleven a vivir en armonía.