Hablemos de Bruno: hay una crisis para atraer y retener talento de alto valor. Muchos la padecen pero pocos hablan del fantasma creciente en la economía actual. La movida económica en el reacomodo de las cadenas de producción está llevando una ola de inversiones a zonas estratégicas como el Norte de México y con ella el talento de más valor está viviendo un huracán.
Por un lado: los vientos traen más y más grandes empresas a la zona para abrir vacantes en áreas profesionales cada vez más diversas. Muchos de los nuevos perfiles requieren habilidades que hasta hace muy poco se les etiquetaba como “soft skills” para usar un eufemismo a “poco importantes”: agilidad de pensamiento, creatividad, escucha efectiva o capacidad de integrarse a espacios diversos y multiculturales.
Quien se atreva a decir que esas no son ahora LAS habilidades más importantes, no se está enterando de lo rápido que cambian las técnicas, herramientas y sistemas. Para cuando un profesional termine la última maestría en actualización técnica, el sistema habrá cambiado. Por ello, será el más ágil, el más creativo y el más resiliente (ex soft skills) el que mejor sobreviva y mejor se valore.
El talento más “soft skilled” se está valorando más rápido que nunca.
En el viento a contra corriente: las ofertas y vacantes cada vez resultan menos atractivas en el mediano y largo plazo para una generación de profesionales que ha crecido decidiendo en plazos muy cortos.
Un profesional recién llegado al mercado que hoy tiene 22 años creció entrenando a su cerebro para decidir, en los primeros tres segundos de un video en YouTube si lo que está frente a la pantalla le interesa o no; durante toda su vida ha aprendido que con solo deslizar el dedo puede cambiar aquello a lo que se enfrenta. Su cerebro evalúa, decide y cambia en micro plazos.
No podemos esperar que una forma de trabajo construida hace 10 años (por decir lo menos) con promesas de crecimiento y permanencia de largo plazo le sea atractiva.
Muchos de estos profesionales están encontrando que el mercado laboral es el mundo entero. El teletrabajo, el freelanceo y la nueva ola de emprendimiento están haciendo que los más “soft skilled” sean precisamente los menos corporativos. Si esto no es una crisis, entonces ¿qué es?
¿Qué hacemos entonces para atraer y retener nuevo talento a una economía que aún funciona bajo viejas reglas? Porque estaremos de acuerdo en que atraer, compensar y retener talento hoy se sigue haciendo bajo las viejas reglas.
Una luz para el túnel de la atracción y retención de talento que veo es tu Marca Personal como líder.
Que los mejores quieran trabajar contigo, sí, contigo como líder, no con tu empresa como estructura.
El mundo de la marca personal ha estado anclado en los últimos años al sector del emprendimiento y construir una imagen pública de lo que eres, haces y piensas ha sido exclusivo de quien se vende como prestador de servicios.
Hoy está claro que tener una estrategia de marca personal es una tarea clave para quien desea ser atractivo para otros: clientes, colaboradores, socios, inversionistas…
En momentos donde aquellos famosos seis grados de separación (la teoría que indicaba que podríamos llegar a cualquier persona en el mundo noventero con 6 contactos) se han reducido a un clic y estamos a un mensaje de distancia de cualquier persona en el mundo, ¿por qué alguien con talento y acceso al mundo querría trabajar contigo? Porque aunque hoy cualquier persona está a nuestro alcance, cada vez nos es más difícil conectar de verdad con ideas, valores y visiones con las que realmente sentimos afinidad.
Por eso mi propuesta ante la crisis de atracción y retención de talento que vivo (y acompaño a mis clientes a vivir) es clara: conviértete en la persona con la que los mejores quieran trabajar y una vez que lo seas… ¡comunícalo!
No estamos para silencios, bajos perfiles y falsas modestias. La construcción de una Marca Personal es lo único que nos hará relevantes como líderes, clientes o proveedores.
Piénsalo: ¿de qué te sirve ser el mejor si no logras comunicarlo?
¿Qué piensas?
Me encantará leerte.
@dianatorres.mx
*Este texto fue publicado originalmente para la revista de Players of Life.
